jueves, 12 de agosto de 2010

Desconocida…

Chiste:
Una señora muere en un accidente y se va al cielo, cuando llega a donde están las listas de ingreso no aparece su nombre, después de un rato de buscar y nada sale dios, la ve y le dice "no hija aún no tenías que morir, puedes regresar a tu vida normal, que aún te quedan 40 años en la tierra". La señora despierta en el hospital resucitada por los médicos, obviamente feliz de saber que le quedan tantos años de vida… entonces decide aprovechar su estancia en el hospital para hacerse cirugías estéticas de todo tipo, botox, silicón, liposucción, sale hecha un cuero!! y cuando atraviesa la calle para empezar su nueva vida con mejorada imagen, cae en una coladera abierta y muere definitivamente. Cuando llega al cielo de nuevo se pone como loca a reclamar que porqué le había pasado eso, si le habían asegurado que le quedaban 40 años de vida!!! a lo que dios sólo puede responder "ay hija, pues es que te cambiaste tanto, que no te reconocí!!!"

Si ya se que todos se lo saben, pero viene perfecto a lo que les vamos a mostrar a continuación, un buen amigo nos pidió que hiciéramos algo con una mesa que tiene, es esta:


Pero resulta que no le gusta porque cuando pone cosas en las tablitas de abajo, generalmente terminan en el piso, además de que las patas curvas tampoco son de su agrado, quería tener algo mucho más sencillo de forma y de color oscuro. Bueno pues esta mesita entró al hospital, se le hicieron cirugías de todo tipo, desclavar, separar, lijar hasta encontrar la madera, piezas nuevas y voilá, este es el resultado final:


La verdad esta mesa fue más que reactivada, es una mesita nueva!!!, pero el proyecto estuvo muy divertido y su dueño quedó muy contento con el resultado final, si las cosas se siguen cayendo ya no es culpa de la mesa.


Saludos!!!

1 comentario:

Mars dijo...

Quedo padrisima! El acabado les quedo de pelos, ahora si la puedo usar como quería.
Luego les paso el otro mueble que les enseñe cuando fueron por la mesita.
Saludos, atte: Cliente Feliz No. 54