martes, 24 de agosto de 2010

Espejito, espejito…

Escondido en el rincón de un closet penaba este pobre espejo, abandonado porque la pintura estaba muy maltratada y la madera tenía varios hoyos, pero Vane (su dueña) quería recuperarlo y ponerlo en su sala, así que nos llamó y nos pusimos manos a la obra. Así estaba el pobre:


Había que hacer algo urgente con este muchacho o terminaría por irse a la basura…



Después de mucho batallar con la gruesa capa de pintura que tenía, resanar la madera y todo lo demás, quedó así:



A Vane le gustó mucho su nuevo espejo y la verdad que mejoró la vista de ese espacio de su casa.


Así que como siempre ya lo saben, ese cacharro que tienen en casa que no tiran pero que tampoco usan, se puede convertir en algo realmente útil y bonito para su casa, sólo tienen que contactarnos…

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